Las obras fueron donadas tras el desarrollo del segundo simposio de escultura en madera desarrollado en el año 2014 en la capital regional. Trabajos fueron ejecutados por artistas de renombre como Sixto Sánchez (México), Kai Hoppsel (Alemán) y los nacionales Juan del Sante y Said Rumie. En conversación con Aysén Al Día, la directora del establecimiento, Paola Obando, admitió que fueron sacadas por un tema de seguridad por el mal estado de las mismas. Artistas creadores de las piezas cuestionaron la medida, al igual que la exdirectora del recinto educacional, Paz Foitzick.
Coyhaique – Dolor y tristeza generó en la comunidad, organizadores y principalmente en los escultores Juan Del Sante y Said Rumie, quienes fueron los crearon de dos de las cuatro obras que fueron literalmente cercenadas desde el frontis de la Escuela Pedro Quintana Mansilla de Coyhaique, trabajos que fueron cortados con una motosierra por las autoridades del recinto educacional aduciendo temas de seguridad.
Las alertas se encendieron durante el pasado fin de semana cuando en la página de Facebook del medio Viento Patagón se expusieran unas imágenes que daban cuenta del retiro de las obras, mismas instantáneas que posteriormente fueron eliminadas junto a la publicación. En dicho posteo se daba cuenta de un daño artístico-patrimonial sin precedente ya que se destruyeron esculturas que fueron donadas por destacados y prestigiosos artistas chilenos y extranjeros como Juan del Sante (Chile), Said Rumié (Chile), Kai Hoppsel (Alemania) y Sixto Sánchez (México) precisamente a un recinto que tiene la distinción de monumento histórico y patrimonio cultural inmueble.
En conversación con Aysén Al Día, la directora del establecimiento, Paola Obando, señaló que la medida obedeció netamente a un tema de seguridad ya que las obras en madera – según dijo – revestían un peligro para los alumnos y la comunidad en general.
“Esas esculturas estaban hace muchos años en el frontis del colegio, estaban en muy mal estado – de hecho había una que ya se había caído hace mucho tiempo porque estaba podrida en su base – y revestía un peligro para los estudiantes y para la gente que transita en los jardines entonces, nosotros tuvimos que sacarlas porque lo primero que tenemos que resguardar el a los estudiantes…Lo que pasa es que para poder mover esas estructuras que estaban partidas, quebradas y podridas había que trozarlas porque en el fondo cómo las movíamos; y no estaban en condiciones, había una que estaba botada hace 2 años y al gestor cultural no le llamó la atención que estuviese botada”.
Paola Obando, directora Escuela Pedro Quintana Mansilla.
Acto seguido, la directora aseguró que las obras “no se destruyeron, no hubo una mala intención ni nada. Las esculturas ya estaban podridas en su base, había una que ya se había caído, hace un par de años la intentamos levantar, no hubo caso, nadie se hizo cargo tampoco entonces tuvimos que sacarla; eso fue lo que pasó”, agregó Obando.
El proyecto
Corría el año 2013 cuando la Agrupación Cultural Artepatagonia presentó un proyecto al Gobierno Regional para poder desarrollar el II Simposio de Esculturas en Madera 2014, el cual fue aprobado por 12 de los 14 Consejeros Regionales de la época por un monto de $7 millones.
El proyecto se ejecutó en un plazo de 10 días, con maderas donadas por CONAF, para que los escultores trabajen al aire libre en la Plaza de Armas de Coyhaique, a vista y paciencia de todos quienes pasaban por ese lugar.
Concluido el trabajo, cuatro de esas esculturas fueron a dar a la Escuela Pedro Quintana Mansilla de la capital regional, establecimiento que por ese entonces era dirigido por Paz Foitzick quien, consultada por Aysén Al Día no dio crédito a lo ocurrido en los últimos días.
“Tengo tanta pena con eso porque yo las recibí y le pusimos con el tío Ulises una resina para protegerlas, tenían un techo y después lo sacaron y las he visto que están terribles” dijo antes de enterarse que fueron cortadas con una motosierra.
“No, triste. Muy mal. Esas esculturas pasaron a la Escuela porque es igual patrimonial y fueron exhibidas ahí. Es muy terrible porque eran realmente bonitas, nosotros fuimos a la plaza a ver cómo las hacían y después cuando las tuvimos en la escuela igual y la gente paraba a sacarse fotografías porque era un trabajo maravilloso”.
Paz Foitzick, exdirectora Escuela Pedro Quintana Mansilla.
Consultada sobre si existía alguna obligación por parte del establecimiento para la mantención de las obras, Foitzick señaló que “yo pienso que en una escuela eso es una obligación ética, porque es arte. Es como permitir que hagan un rayado sobre una pintura; se buscó un lugar que las acogiera y fue la escuela, nosotros las mantuvimos muy bien cuando estuvimos ahí y hace un par de día conversamos eso con una persona de la escuela y me decía que habían dejado morir el jardín y las esculturas”, indicó.
Los escultores
Los artistas Juan Del Salte y Said Rumié – ambos chilenos – son destacados escultores nacionales que han participado en simposios a nivel local e internacional; y autores de cientos de trabajos que han sido presentados en América Latina y Europa.
El primero de ellos – Del Sante – es un escultor titulado de la facultad de Arte de la Universidad de Chile, autor de 40 obras, participante de 12 simposios a lo largo de su carrera; trabajos que ha presentado en el extranjero como Francia y México quien, consultado por Aysén Al Día señaló que es primera vez que alguien destruye una de sus obras.
“La verdad es que no lo entiendo, no sé qué pasó, si las esculturas quedaron dentro de un colegio alguien tendría que haber visto o escuchado que estaban con una motosierra cortándolas, a no ser que querían cortarla porque la ocuparon para leña, no sé. Si se hizo un trabajo de esa manera, de cortarlas, sacarlas, quiere decir que hay una intención de eliminar esas obras que estaban ahí; o sea por último si no las quieren, dónensela a alguien, alguien se interesará en tenerlas”.
Juan Del Sante, escultor nacional.
El segundo artista – Said Rumie (42 años) – se formó en la Escuela de Bellas Artes de Valparaíso, participando de 18 simposios internacionales, ganador de premios del Museo Nacional de Bellas Artes en concursos de escultura y también dijo no entender la medida, indicando de entrada que “una de las cosas que al artista le enriquece mucho es el hecho de poder ejecutar una obra y que esa obra quede en los espacios públicos; salir de las galerías porque al fin y al cabo las galería sueles segmentar, y en este caso fue en espacios públicos y fue mejor que haya sido en un espacio educativo para generar una misma mirada del arte”.
Sobre el hecho en sí, el artista nacional cuestionó fuertemente la determinación, señalando que su destrucción es esperable que ocurra en un espacio público – una plaza por ejemplo – pero no es una escuela, aduciendo además que en los trabajos existen fondos públicos involucrados.
“Lo que nos llama profundamente la atención – porque lo he conversado con mis colegas que participaron de este encuentro – en el lugar donde ocurre el destrozo de la obra, y la condición de las cuales se dio las pérdidas de las mismas. Es decir, que parte del patrimonio se quemó, se desechó, se mandó a la hoguera y eso a veces cuesta concebir, te creo haya sido en una plaza pero en un espacio educativo deja mucho que reflexionar respecto de cómo fue el resguardo de la obra y cuál fue la intencionalidad real para que eso ocurriera; porque aunque son maderas expuestas a la intemperie, todo material a la intemperie con el tiempo va tener cierto desgaste – y como todas las cosas necesita una mantención – pero no para llegar y hacerlas desaparecer, sin previo aviso o consulta alguna, siendo que fueron realizadas con fondos públicos para espacios y educación pública”.
Said Rumié, escultor nacional.
En relación a lo mencionado sobre el futuro de las estructuras – por el mal estado de las mismas – el artista añadió que “por último hubiese sido interesante, debido al estado de las esculturas ya que al parecer estás no tenían mejor destino más que pasar al recuerdo, el haber generado un coloquio, seminario o charla ante la comunidad escolar en torno al arte en el espacio público y qué ocurre cuando estás no se resguardan; desde una escultura ,un mural, etcétera y así haber dado un término pedagógico y educativo invitando a artistas locales a debatir dialogar en pos a la educación artística”.
Por último, cabe consignar que tratamos de conversar con el presidente de la comisión de Desarrollo Social, Cultural y Deportivo del Gobierno Regional, Sergio González, para conocer qué implicancia podría tener esta situación, teniendo presente que las esculturas fueron elboradas con fondos públicos, pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.