A día de hoy, según datos aportados por la seremi de Salud, existe una residencia sanitaria, ubicada en la ciudad de Coyhaique, y que presenta un 19% de ocupación. Al interior del recinto los pacientes reciben – además de atención de salud – alimentación y cuidados para facilitar su recuperación. Exautoridad sanitaria valoró su implementación explicando que, por ejemplo, gracias a su puesta en marcha en Melinka se pudo contener un brote importante en la isla. Usuario contó su experiencia a “Aysén Al Día”.
Coyhaique – Corría el mes de marzo del año 2020 y Chile no quedaba ajeno al Covid-19. Días más tarde Aysén se sumó al lista de regiones con casos positivos; virus que se comenzó a transmitir rápidamente y que obligó a las autoridades sanitarias de la época a buscar soluciones para su control. Una de esas medidas fue la instalación de “residencias sanitarias”, espacios físicos – muchos de ellos reacondicionados – que le sirvieron a las personas para sobrellevar los efectos de la enfermedad y realizar sus aislamientos y cuarentenas.
Según datos proporcionados por la seremi de Salud Aysén, a la fecha se han atendido más de 2.800 personas en dichas dependencias y que en la actualidad solo está disponible en la ciudad de Coyhaique, único lugar que mantiene un 19% de ocupación.
Desde la coordinación de las residencias, explicaron los estándares que tienen los inmuebles, los cuales dicen son de “calidad y seguridad”.
“Las residencias sanitarias son establecimientos gratuitos que cumplen con las condiciones de calidad y seguridad, tanto para la persona que deba cumplir la medida de cuarentena o aislamiento, como para el personal que se encarga del cuidado de los pacientes diagnosticados con Covid-19”.
Rodrigo Jara, coordinador técnico de las residencias sanitarias.
A lo anterior, la seremi de Salud Aysén, Carmen Monsalve, hizo un llamado a la ciudadanía a utilizar las “residencias sanitarias” en caso de ser diagnosticado con Covid-19 y de esa forma cuidar su integridad y la de sus familiares.
“Las residencias sanitarias cumplen un rol fundamental en esta pandemia, donde el objetivo central es el cuidado de las personas afectadas por COVID-19, quienes ingresan a un período de aislamiento donde reciben el cuidado de equipos de salud, alimentación y abrigo, mientras cumplen su cuarentena. Otro aspecto relevante, es que la persona que accede a esta modalidad, no solo cuida su salud, sino que a todo su entorno familiar, evitando el contagio de otras personas. Es en base a todo este esfuerzo de los equipos de salud, que hacemos un llamado a la comunidad para que accede a las Residencias Sanitarias, donde cuidará su salud, protegiendo además a quienes más quiere”.
Carmen Monsalve, seremi Salud de Aysén.
EL ORIGEN
El año 2020 fue cuando se implementaron estas residencias sanitarias. Época donde en virus recorrió una a una las comunas de la región – a velocidades distintas claro – pero que a juicio de la exseremi de Salud, Alejandra Valdebenito, fueron y han sido todo un acierto ya que “cumplieron su rol en poder contener el avance, aplanar la curva epidemiológica” en la antesala de lo que fue el proceso de vacunación implementado en el gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
“La misión fue precisamente implementar una estrategia de asilamiento efectivo a los casos activos y con esto tratar de minimizar el impacto en el núcleo familiar al cortar la cadena de contagio. Llegamos a habilitar en la región de Aysén un total de 6 residencias sanitarias; de las cuales 3 se ubicaron en Coyhaique, 1 en Chacabuco, 1 en Chile Chico y otra en Melinka”.
Alejandra Valdebenito, exseremi de Salud Aysén.
Según explicó la propia Valdebenito, el modelo su pudo implementar a pesar de las dudas y resquemores de algunas empresas y personas, amparados principalmente en el desconocimiento de cómo se iba a desarrollar la pandemia y los impactos colaterales que podría llegar a tener.
“Uno de los grandes objetivos que tuvo esta estrategia que se llamó TTA (Testeo, Trazabilidad y Aislamiento) fue principalmente que la red lograra funcionar de manera coordinada. Fue un proceso la verdad es que bastante difícil desde su génesis hasta su implementación, principalmente por todos los temores y prejuicios que existían en torno a un virus desconocido por la comunidad y que estaba generando tanta mortalidad en otros países. Sin embargo, hubo un trabajo muy minucioso, de mucho diálogo, en la cual fuimos sensibilizando tanto al rubro hotelero, como también a la comunidad a través de sus dirigentes sociales, a través del Consejo Asesor de Salud que tenía la autoridad sanitaria”.
Alejandra Valdebenito, exseremi de Salud Aysén.
Un ejemplo claro que explica Alejandra Valdebenito, para validar la política levantada en su oportunidad por el ministerio de Salud, fue lo ocurrido en Melinka, lugar donde costó llegar con recursos humanos para su implementación pero que finalmente pudo contener un brote importante en aquella época.
“Muchas de estas residencias quedaron alojadas en el corazón de las ciudades y por lo tanto muchos vecinos se sintieron amenazados o alarmados por estas residencias sanitarias. También, el reclutamiento del recurso humano fue una gran tarea que tuvimos, un desafío importante ya que en muchas residencias tuvimos equipos de salud proveniente de otras regiones, principalmente en Melinka donde nos costó muchísimo poder instalar equipos humanos que pudieran trabajar, sin embargo, logramos contener un brote importante que tuvo la comuna de Las Guaitecas. A modo de conclusión, esta estrategia TTA fue el gran acierto del ministerio de Salud del gobierno del Presidente Sebastián Piñera, liderado por el ministro de Salud, Enrique Paris, previo a la llegada del plan de vacunación que tuvo Chile”.
Alejandra Valdebenito, exseremi de Salud Aysén.
EXPERIENCIA
Sebastián Alfaro Vilches fue uno de los pacientes que ingresó, en septiembre del año 2020, a una de las residencias sanitarias en Coyhaique previo a la llegada de las vacunas, más específicamente pasada las Fiestas Patrias, lugar que lo albergó por 9 días.
“Me tomaron el PCR un día miércoles y me dieron el resultado el jueves en la noche y el viernes me fui a la residencia. Estuve 9 días ahí, en una habitación doble pero era para mí solo, con baño privado y me daban cuatro comidas al día; tenía internet, televisión por cable, calefacción, así que estuve súper cómodo”.
Sebastián Alfaro, usuario residencia sanitaria.
Respecto de cómo fue su estadía y los procedimientos al interior de la residencia, explicó que tenía control permanente por parte de los funcionarios que allí trabajaban.
“Me monitoreaban dos veces al día, me tomaban la temperatura en la mañana y en la tarde – creo que solo un día estuve sobre 37° – y afortunadamente estuve bien, no me sentí muy mal, sentía un resfriado fuerte. En la mañana amanecía muy bien, me duchaba, trabajaba en línea y a la hora de almuerzo me sentía muy cansado. Para mí funcionó muy bien”.
Sebastián Alfaro, usuario residencia sanitaria.
Consultado sobre la razón por la cual hizo ingreso a una residencia sanitaria, Alfaro explicó que fue consensuado con su familia para evitar que el virus mutara a sus hijos.
“Fue una decisión familiar porque nosotros en mi casa somos cinco, tenemos niños, tengo una niña grande que tiene asma y tengo un hijo chico que en ese entonces tenía 3 años y medio entonces no quería contagiar a nadie y por el bienestar familiar decidimos con mi señora que yo me fuera a la residencia. Igual Salud me dio la opción cuando me diagnosticaron me dijeron que la cuarentena la podía hacer en mi casa o en una residencia sanitaria y al final opté por un tema de seguridad familiar”.
Sebastián Alfaro, usuario residencia sanitaria.